jueves, 26 de junio de 2008

Pedro y la Pérfida Albión

Pedro Almodóvar ha respondido al crítico de The Guardian que le culpó de "monopolizar" la distribución internacional del cine español. Acabo de leer ese texto y sólo al principio y de pasada Paul Julian Smith cita al manchego, para luego comentar algunas de las cintas del Festival de Cine Español que se ha desarrollado en la capital británica. Tan exagerada es la afirmación del columnista inglés como la respuesta de Pedro, por un simple rasguño en el fondo no tan malintencionado.

Obviamente a cualquiera con dos dedos de frente se le ocurre que ni Pedro Almodóvar ni Martin Scorsese tienen mucho que ver con la distribución de sus películas por el mundo. Las hacen, y por lo bien que las hacen -o las han hecho- son compradas y estrenadas. Ni ellos ni ningún otro cineasta, incluso siendo a la vez productor, tiene la potestad de decidir dónde y cómo se estrenan sus cintas, porque son empresas foráneas las que las adquieren. No hay cupos. Dudo que una distribuidora británica se plantee comprar 2, 3 o 20 películas españolas, ni los exhibidores les limitan ese número. Simplemente compran aquello que consideran les resultará rentable. Para bien o para mal (yo creo que para bien) las películas de Almodóvar son adquiridas en todo el mundo, porque es el cineasta español más universal. La industria del cine no se rige por criterios de justicia, sino por los mismos que la de la alimentación o el automóvil: criterios de mercado. Como ciudadano de este reino, me encantaría que se distribuyeran muchas más películas españolas. De hecho muchas salen, se compran (sobre todo para TV) y circulan, aunque sus directores sean mucho menos conocidos. Hace poco Gutiérrez Aragón dijo que gracias a la piratería se podían encontrar en las calles chinas films españoles que nunca se estrenan en sus salas.

O sea, que Smith, como bien afirma Pedro, ha escrito una tontería. Lo que me sorprende es que el manchego, rodando ahora mismito en Lanzarote su nuevo film "Los abrazos rotos", pierda su tiempo -precioso, en buena lógica- para responder a un comentario marginal que descalifica a su autor como cualquier lector medianamente avezado es capaz de entender. Bien es sabido que los críticos viven en general de pontificar sobre lo divino y lo humano.

Quizás Almodóvar está demasiado preocupado sobre todo lo que sobre él se escribe. Entiendo que un texto argumentativo y prolijo -no es el caso del de The Guardian- merezca su comentario, pero vuelvo a insistir, el de Smith es un alegato en favor de que lleguen a Gran Bretaña más películas españolas, no un ataque contra Pedro Almodóvar y su cine. En cualquier caso, tiene razón el cineasta manchego en pedir que le deje a él tranquilo y llame monopolistas a los distribuidores de la "Pérfida Albión" que no compran demasiadas películas no anglosajonas. Por mi parte, sólo puedo expresar el deseo de que salgan en España muchos más Almodóvares con tanto talento para hacer cine y promocionarse como el original.
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