domingo, 21 de diciembre de 2008

Sobre gustos académicos

Siempre he pensado que los premios y las candidaturas a los Oscars o los Goya (al fin y al cabo una copia local) tienen poca discusión posible. Son reconocimientos tan democráticos como unas elecciones. Un profesional del cine-un voto. Lo que salga es lo que sienten, quieren y piensan los miembros de la Academia correspondiente. Hecho este preámbulo, asumo que debo estar equivocado, he perdido mi apreciación fílmica o no vimos ellos y yo la misma película. Hablo de "Sólo quiero caminar", un cinta que podría considerarse una opera prima de un futuro buen director, que apunta maneras, sobre todo estéticas, pero que ha usado un guión poco trabajado, con más agujeros que un queso gruyere. Pero no, resulta que su responsable, Agustín Díaz Yanes, lleva muchos años en esto, y es -me dicen- el guionista mejor pagado de España.

Servidor, que fue al cine con ganas de pasárselo bien y la esperanza de ver al menos algo tan interesante como "Nadie hablará de nosotras...", salió más bien indignado de la sucesión de incongruencias vistas en pantalla... personajes mal construidos, que no se sabe de dónde vienen y a donde van, y por qué hacen lo que hacen. ¿Cómo se puede ser a la vez funcionaria de justicia, puta y miembro (miembra que diría una ministra...) de una banda muy profesionalizada de ladronas?

No me considero un tradicionalista de la forma de narrar. No me importa que se me desestructure una historia al estilo Guillermo Arriaga o me inviten a que yo mentalmente le dé forma y rellene los huecos, a partir de pistas que al final encajan. Pero de eso a que me obliguen a creerme la más surrealistas de las historias... Es demasiada complicidad la que exige Díaz Yanes.

Imagino que no soy el único en pensar así porque la peli se dio un buen batacazo en taquilla. Se estrenó en muchas salas que ya quedaron considerablemente vacías el primer fin de semana y el boca a oído no funciono de ninguna manera. Y eso que Antena 3 -coproductora- le hizo una buena campaña publicitaria.

El caso es que ahora Díaz Yanes es candidato a mejor director y guionista, sobre todo lo último visiblemente tan peregrino como su película. Diego Luna está bien, no cabe duda. Yazpik también se defiende... pero que "Tano" pueda lograr el Goya a mejor guionista me rompe todos los esquemas. Pero ya digo, probablemente el equivocado sea yo porque varias decenas de guionistas y otros profesionales del cine español creen que es mejor guionista que Woody Allen y mejor director que Steven Soderbergh...

martes, 16 de diciembre de 2008

El oficio maldito de escribir

Los guionistas son como la rueda, un invento fundamental para la historia de la humanidad al que nadie le da hoy la menor importancia. Ellos son los que al menos representan el 50% en el éxito de una película o una serie televisiva, y tienen de parte de los productores un tratamiento laboral equiparable al de las chicas de club de carretera. He seguido con interés las noticias de los últimos días, y he llegado a la conclusión de que guionistas y periodistas tenemos muchas cosas en común, aunque empiezo a considerar que lo nuestro, lo de los que informamos, es todavía más deprimente.

Se dice que los guionistas españoles hacen mucho ruido pero en el fondo sus posibilidades de movilización, de huelga o de paralización de la industria audiovisual nacional son nulas. Apenas 200 están integrados en el único sindicato existente, ALMA, que ni todos de acuerdo para dejar apagados los ordenadores conseguirían mucho más que unos cuantos titulares de prensa. A los periodistas nos pasa lo mismo o peor. No hay sindicatos de periodistas (como en otros países), sólo asociaciones provinciales de la prensa que se parecen más a mutuas de previsión que a organismos capaces realmente de defender a los que nos ganamos malamente la vida informando al prójimo. Jamás ha habido una huelga de profesionales de la prensa en España, ni la habrá. Nunca una asociación de la prensa ha dicho ni mú por la explotación de los becarios, ni por los horarios abusivos, ni los sueldos congelados, ni las colaboraciones mal pagadas igual o más bajas que hace una década, ni la pésima calidad de la formación universitaria, ni las presiones de las empresas para ser fieles a la "línea editorial" del partido... perdón, del medio...

No conozco lo suficiente el mundo de los guionistas como para asegurar que tienen lo que se merecen, pero llevo casi 30 años trabajando en diarios, revistas, emisoras, agencias, internet... y puedo afirmar que nosotros los periodistas sí merecemos lo que tenemos o lo que sufrimos, puesto que nos preocupa mucho más quitar una exclusiva a un compañero o difamarlo porque trabaja en un medio de la competencia que la miseria que ganamos, y las pésimas condiciones laborales que la mayoría (salvo las estrellas mediáticas o los directivos-periodistas) sufrimos, y hasta nos parece lógico que el becario o becaria de turno trabaje gratis, "porque por eso pasamos también nosotros"...

Volviendo a lo de los guionistas, una frase se me ha quedado grabada de lo leído estos días: Alguien que preguntaba a un líder sindical de los guionistas si era cierto "que algunos guionistas eran pagados como redactores"... Bueno, pues eso, imaginen qué puede ganar un redactor, un periodista... para que su sueldo sea utilizado dialécticamente como sinónimo de abuso laboral...

lunes, 15 de diciembre de 2008

And the Goya's winner is...

Este lunes los productores asociados a EGEDA, el chiringuito de gestión de derechos de los que producen las películas españolas, han hecho públicos sus candidatos a los premios anuales José María Forqué. Entre ellos está una película de director norteamericano, "Che, el argentino", de Steven Soderbergh. Posiblemente es el avance de lo que está por venir. Nada debería impedir que en los Goya pudieran optar al premio a mejor actor Benicio del Toro por esa misma película, Alain Delon a mejor actor de reparto por "Asterix y Obelix en los Juegos Olímpicos, o Woody Allen al de mejor director por "Vicky Cristina Barcelona".

¿No hay una tal Penélope Cruz camino de ser candidata al Oscar por segunda vez con esa comedia catalana del cineasta neoyorquino? Pues lo lógico es que la Academia española se abra en mayor medida a los talentos foráneos que participan en películas que a efectos legales son españolas.

Hace poco mirábamos los resultados de taquilla de las películas nacionales durante el año. Si se ronda el 15% de cuota de recaudación es precísamente gracias a películas como las ya citadas, que no tienen directores españoles pero sí una participación económica importante y un rodaje total o parcial llevado a cabo en el suelo patrio. Sin esas coproducciones los productores tendrían que explicar por qué su negocio es tan ruinoso.

Los nacionalismos artísticos han quedado más desfasados que una máquina de escribir. El capital, ya lo decían los marxistas, no tiene patria. Menos aún el talento. Si para el Ministerio de Cultura películas habladas en francés o inglés, o dirigidas por un americano de pura cepa son españolas, ¡bienvenidas a los Goya! Si en su día se les dió el "pasaporte" español, pues deberían ser consideradas igual que las de Amenábar o Almodóvar...

No obstante, recordemos el agravio comparativo que el cine latinoamericano o mejor dicho iberoamericano ha tenido en los Goya... No es raro encontrar candidatas a mejor cinta hispanoamericana en años pasados que eran coproducciones con España, y por tanto podrían haber sido elegibles en otras categorías. Este mismo año sucede al menos con una, "Acné", que tiene un coproductor español. Ya es hora que se considere a los profesionales latinoamericanos que participan en esas coproducciones a todos los efectos como posibles candidatos en todas las categorías.
Google