jueves, 2 de octubre de 2008

De los juegos florales al Congreso de Cultura

Los Juegos Florales han caído en desuso. Ya casi no se reúnen los rapsodas y poetas para lanzar al aire sus ripios. Ahora se llama Congreso de Cultura Iberoamericana y por primera vez se está celebrando en México, con el cine como punto de atención.

Mucho me temo que este evento va camino de ser un considerable fiasco, un paño caliente de rápido enfriamiento, una reunión de amigos a cuenta del erario público... Anunciado a bombo y platillo por las autoridades culturales españolas y mexicanas, su globo de deshincha hora a hora. De la primera lista de personalidades invitadas se han caído nombres importantes, aunque mejor esperar al final antes de contrastarla con la realidad.

No discuto la necesidad primero de reivindicar la existencia de una cultura común iberoamericana, que en el cine tiene una de sus manifestaciones más populares, y segundo de buscar la fórmula para que lo que nos une se convierta en un mercado. Por mucho que Wall Street tiemble, hay capitalismo para rato, y el cine es una industria que se justifica por el negocio y los beneficios. Hay que encontrar la manera de que los productos circulen por todos los países del área cultural iberoamericana y obliguemos a los norteamericanos a dejarnos un hueco en nuestras salas, logrando por supuesto que el público se familiarice con otros acentos y otros actores.

El problema es que tal y como está planteado y con los invitados que están acudiendo el Congreso que se celebra en el Centro Nacional de las Artes no va a representar el más mínimo avance en este terreno. Mucho funcionario cantará las alabanzas de sus respectivas fórmulas nacionales de apoyo al cine, pero ¿dónde está la verdadera industria, los productores, los distribuidores, los exhibidores? ¿Quién planteará o quienes aprobarán soluciones?

Invito a cualquier interesado en echar una ojeada a la página oficial del evento, donde la lista y los horarios de las mesas redondas, pero deben de tener tan poco claro quien participará en ellas que sólo en algunas aparecen los panelistas.

Todos los aficionados sabemos que la vanguardia de este negocio está en los creadores y sobre todo en los que dan la cara, los actores. Con excepción de Antonio Banderas, ¿qué otras figuras internacionales del cine latino están en Ciudad de México? Por supuesto muchas viejas glorias con escasísima representatividad en las taquillas, como Oliveira, Ripstein, Littin o Saura se han apuntado al bombardeo, pero y los que sí llenan las salas... ¿Donde están los "tres amigos", los Del Toro, Iñárritu y Cuarón, por no hablar más que del talento local...

Este martes se hizo una mesa redonda de actores. Veo la foto: Cuatro actores mexicanos, tres españoles y un urugüayo... ¡Vaya representatividad iberoamericana! Al menos Banderas justificó la presencia de las cámaras...

Si al menos éste fuese un evento que por su presencia de figuras populares (no de dinosaurios, con perdón) resultara mediático dejaría algún tipo de poso, pero aparte de renunciar a unas conclusiones creativas y con consecuencias a medio y largo plazo, también se ha renunciado -o por incapacidad se ha fracasado en el intento- a tener colorín.

Esperemos que alguien en las dos próximas ediciones anunciadas, las de Brasil y Colombia (en las que el cine previsiblemente no tendrá el mismo protagonismo que en esta), considere que aparte de los Juegos Florales hay que regar las plantas para que crezcan.

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