martes, 16 de diciembre de 2008

El oficio maldito de escribir

Los guionistas son como la rueda, un invento fundamental para la historia de la humanidad al que nadie le da hoy la menor importancia. Ellos son los que al menos representan el 50% en el éxito de una película o una serie televisiva, y tienen de parte de los productores un tratamiento laboral equiparable al de las chicas de club de carretera. He seguido con interés las noticias de los últimos días, y he llegado a la conclusión de que guionistas y periodistas tenemos muchas cosas en común, aunque empiezo a considerar que lo nuestro, lo de los que informamos, es todavía más deprimente.

Se dice que los guionistas españoles hacen mucho ruido pero en el fondo sus posibilidades de movilización, de huelga o de paralización de la industria audiovisual nacional son nulas. Apenas 200 están integrados en el único sindicato existente, ALMA, que ni todos de acuerdo para dejar apagados los ordenadores conseguirían mucho más que unos cuantos titulares de prensa. A los periodistas nos pasa lo mismo o peor. No hay sindicatos de periodistas (como en otros países), sólo asociaciones provinciales de la prensa que se parecen más a mutuas de previsión que a organismos capaces realmente de defender a los que nos ganamos malamente la vida informando al prójimo. Jamás ha habido una huelga de profesionales de la prensa en España, ni la habrá. Nunca una asociación de la prensa ha dicho ni mú por la explotación de los becarios, ni por los horarios abusivos, ni los sueldos congelados, ni las colaboraciones mal pagadas igual o más bajas que hace una década, ni la pésima calidad de la formación universitaria, ni las presiones de las empresas para ser fieles a la "línea editorial" del partido... perdón, del medio...

No conozco lo suficiente el mundo de los guionistas como para asegurar que tienen lo que se merecen, pero llevo casi 30 años trabajando en diarios, revistas, emisoras, agencias, internet... y puedo afirmar que nosotros los periodistas sí merecemos lo que tenemos o lo que sufrimos, puesto que nos preocupa mucho más quitar una exclusiva a un compañero o difamarlo porque trabaja en un medio de la competencia que la miseria que ganamos, y las pésimas condiciones laborales que la mayoría (salvo las estrellas mediáticas o los directivos-periodistas) sufrimos, y hasta nos parece lógico que el becario o becaria de turno trabaje gratis, "porque por eso pasamos también nosotros"...

Volviendo a lo de los guionistas, una frase se me ha quedado grabada de lo leído estos días: Alguien que preguntaba a un líder sindical de los guionistas si era cierto "que algunos guionistas eran pagados como redactores"... Bueno, pues eso, imaginen qué puede ganar un redactor, un periodista... para que su sueldo sea utilizado dialécticamente como sinónimo de abuso laboral...

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