jueves, 13 de septiembre de 2007

Series y cine por internet

Acabo de leer un teletipo de AP sobre la experiencia de unos productores televisivos norteamericanos de conocido prestigio (los que hicieron "Treintaytantos") que han decidido realizar una serie para su difusión exclusiva en internet. La cosa no es nueva, pero sí lo es que se haga por parte de profesionales y con criterios de producción equiparables al de cualquier otra serie que se emite en las cadenas convencionales. Vamos, que no se trata de la aventura de cuatro amiguetes con una camarita de 200 gramos. Dicen que ahí tienen libertad creativa y no dependen de las imposiciones de los responsables de las cadenas. De hecho, "Quarterlife", que es como se llama, empezó como episodio piloto para la cadena de Disney ABC, bajo otro nombre parecido y hace tres años, pero no les convenció y no llegó a emitirse. Ahora ha sido rescatada para MySpace donde a razón de dos episodios semanales estará disponible desde noviembre. No cobrarán por verla, sino que los ingresos vendrán de la publicidad que la acompañara y de eso que llaman "product placement", o sea que cuando beben una cerveza se vea bien clarito que es marca ACME.

Los tiempos están cambiando, y van a cambiar mucho más. Nuestro internet va camino de ser el medio de comunicación multimedia más importante, en el que la única frontera será el conocimiento del idioma.

A mi me encanta la serie "Heroes", como saben (porque ya hablé de ella aquí). Pues -ahi va otro ejemplo- TF1, la cadena que la emite en Francia, ofrecerá desde ya los nuevos capitulos de la segunda temporada, que este mes debuta en EEUU, subtitulados al francés, y por más o menos un par de euros. Meses antes de emitir ellos doblada al francés esa misma temporada.

Tarde o temprano, algún gran estudio de Hollywood asumirá que no se puede luchar contra la piratería, sino que hay que adoptar sus métodos. Es decir, ofrecer por un precio bajo -quizás uno o dos euros- películas y series muy recientes, con la mejor calidad posible de imagen y sonido, y descargables en minutos.

Y es que la industria del entretenimiento debe seguir evolucionando, como siempre lo ha hecho. Lo malo es que ahora parece anquilosada. Los grandes estudios tienen miedo y se niegan a cambiar, porque ya no es el videoclub el que está en peligro, sino sus sueldos y sus despachos. Con la música está pasando, y tiene que pasar con el cine. Es preciso reconvertir la industria. No seré yo quien pretenda convencerles de que se ve y se oye mejor en casa una peli que en un buen cine, y ello junto a otros atractivos ambientales espero que logren mantener las salas, pero para el cine doméstico, nada como la red de redes.

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