domingo, 1 de julio de 2007

La lección de Luc Besson, cineasta y businessman


El francés Luc Besson tiene su productora en la Bolsa. Es normal encontrar empresas de espectaculos norteamericanas en el parquet internacional. Entre otras cosas porque pertenecen a grandes grupos económicos y comunicacionales. Tienes teles, editoriales, radios, productoras, distribuidoras, exhibidoras... O sea como PRISA en España, pero a lo bestia. Sin embargo, por otros lares no es tan normal, y menos si es una productora en solitario, como su Europacorp.

Pero Besson, que empezó haciendo cine de autor y ahora hace de todo, además ganando pasta, lo que quiere es producir ahora más y más caro. Y por eso abre su empresa a los inversores de Bolsa. Pretende disponer de dinero con el que duplicar su producción. Ha demostrado que una compañía llevada con inteligencia es capaz de sobrevivir 8 años ganado dinero en cada ejercicio, algo bastante sorprendente y diría admirable.

Muchos deberían aprender de él. Hay tantos cineastas con alma de artista atormentado que presumen de que les importa un carajo si sus películas gustan o interesan. Luego no pagan a nadie, ni siquiera si su producción hiperindependiente se gana un premio en cash. Hay muchos también que se niegan a hacer promoción, a dar entrevistas y "vender" su peli. Ellos son "autores", no "mercaderes".

Si quieres hacer arte, querido, comprate unos lienzos, pinceles y oleos y ponte a pintar. Luego puedes esconder los cuadros, mirarlos tu solo y tener un orgasmo por el enorme talento que los ha creado, el tuyo. Hoy también puedes comprarte una cámara miniDV, un ordenador y bajarte pirateado un programa de montaje. Te haces tu peli y te la pasas para tí sólo. O se las pones a los amigos si te sobran y no te importa que dejen de visitarte.

Pero si de verdad se trata de hacer cine, de vivir profesionalmente del cine, o se hace bien o no se hace. No basta con hacer una película genial, hay que ponerse las pilas y favorecer que tenga público, por todos los medios. Y muchos de los cineastas que triunfan -miren a Pedrito Almodóvar- han sabido y querido "vender" sus obras. Chapeau para ellos. Algún día a los cineastas les enseñaran todo lo que deben saber, y ahí estará aparte de cómo funciona la profundidad de campo cómo hay que hacer una promoción en condiciones.

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