lunes, 2 de julio de 2007

Perfeccionista y caótico Medem


Julio Medem puede parecer un tipo raro. Hablando, a veces se pierde en dimensiones filosóficas bastante poco terrenas. Sin embargo, sus películas tienen la gran virtud de ser profundamente evocadoras, de despertar en el espectador sensaciones, recuerdos, reflexiones y preguntas. A la vez, Medem es un tipo muy sensible. No lo expresa sólo en su cine, sino que lo sufre en carne propia. Los palos que los próximos al PP en el poder le dieron por “La pelota vasca” le dejaron hundido en la miseria. Quizás a otro le hubieran resbalado o reforzado en su espíritu, pero Julio es alguien que duda, una persona que no entiende, que no soporta la injusticia, la ajena y la que él mismo sufre.

A la salida de su infierno personal por el asunto de la “Pelota”, apareció “Ana”, “Caótica Ana”, un proyecto casi secreto, el que puede resultar su mayor salto al exterior, un reconocimiento internacional fuera de los sectores cinéfilos que ya le conocen. La película se acabó de rodar posiblemente hace más de un año, pero su gestación ha traído mucha cola. Muchas horas frente al ordenador, muchos cambios y retoques en el montaje.

Puede que a consecuencia del mal rato pasado con su anterior film, en el que abandonó los universos intensos del alma humana para contar en formato documental las contradicciones, esperanzas y dogmatismos del llamado “conflicto vasco”, a Medem no le han dado ganas de lanzar esta “Caótica Ana” en el Festival de San Sebastián, el de su ciudad, de nuestra ciudad. Una mala noticia, sin duda, para el certamen donostiarra. La peli estará en los cines casi un mes antes, el 24 de agosto, y no me sorprendería que fuese más que bien acogida en la Mostra de Venecia o si esperan algo más en el nuevo y financieramente sobrado Festival de Roma.

A muchos directores y sobre todo productores españoles ya San Sebastián se les ha quedado pequeño. Pretenden sobre todo vender fuera y allí apenas encuentran esa repercusión internacional que les puede dar un Toronto o una Venecia. No se si exactamente será este el motivo por el que Medem no irá a Donosti. Podemos pensar que la gente de PRISA se lo haya desaconsejado por el motivo recién citado, pero yo me inclino más porque esta vez Julio no quiere hacer demasiado ruído. Está escaldado y teme que se reabran heridas. El caso es que muchos esperamos con enorme ansiedad a Ana y su caos viajero, con la esperanza de recuperar al mejor Medem posible.

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